viernes, 6 de noviembre de 2015

CAER NOS HACE GRANDES.

Bruised and Scarred - Mayday Parade

Nos caemos, nos levantamos y nos volvemos a caer, el interminable ciclo de la especie humana. Vivimos en un constante infinito con un millón y uno de posibilidades a nuestro alcance, pero desgraciadamente, solemos escoger las más sencillas sin querer aventurarnos en el porqué de las cosas. Cada día que pasa con cada decisión que tomamos va a influir en lo que somos y en lo que seremos, en lo que nos está pasando y nos pasará, e incluso en lo no nos sucederá. Ríe, llora, salta, pega, pero jamás te rindas. Se interpondrán obstáculos en tu camino con el único fin de no dejarte ver más allá de tus narices. Resiste. Aguanta los golpes y las caídas, levántate con la certeza de que caerás de nuevo, pero que dicho conocimiento no te impida poder volver a intentarlo.
Mis caídas son bastante peculiares, como en un examen de recuperación de matemáticas en el que, literalmente, me caí. Estoy haciendo el bachillerato de Ciencias de la Salud, y el curso pasado me quedaron las matemáticas de 1º BTO por lo que las tuve que recuperar en Septiembre. Hasta ahí todo fantástico, me preparé la materia durante todo el verano y cuando llegó el día, estaba dispuesta para expulsar esos conocimientos. Conforme entre en clase empezé a sentir un dolor de barriga espantoso, pero pensé que se me pasaría en el transcurso del examen. Pobre ilusa, porque como ya podéis imaginaros, no se me pasó. Apenas llevaba 10 minutos con el folio delante cuando sentí una enorme necesidad de ir al servicio. Pues bien, le pedí al profesor que si me dejaba ir, y menuda cara de muerto me tuvo que ver para ceder. Me levanté de mi sitio y fui a dirigirme hacia la puerta, pero cada paso que daba sentía como mi vista se iba nublando y mi cuerpo no soportaba su propio peso, tal que me desmayé. Lo primero que vi al abrir los ojos fue al profesor con mis pies sobre sus hombros diciéndome que menos mal que me había despertado. Pero lo peor de haberme desmayado en un examen de recuperación no había sido tener a mi profesor sosteniéndome los pies en alto, ni la mirada de mis compañeros posada en mi, claro que no, fue lo que descubrí al estar totalmente consciente. Una hermosa y grandiosa brecha en mi barbilla, sí, no podía pasarme nada mejor. Al ir al hospital me dieron tres puntos, de los cuales se me ha quedado una pequeña cicatriz que me recordará siempre ese maravilloso momento. Aunque gracias a todos los seres sobrenaturales, me pospusieron el examen una semana después y terminé aprobándolo, pasando así limpia a segundo.
Cada fallo, cada error o cada caída tienen su parte buena de la que puedes adquirir algo provechoso para ti. Guíate por tus pensamientos aunque estos estén mal, con el tiempo podrás corregirlos o hacer de ellos momentos que vale la pena recordar. Piensa que al caerte, quedarte en el suelo o seguir arrastrándote no es una opción. Levántate y sigue con la cabeza en alto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario